- Papá de G
Cosas que nunca pensé que haría

Cuando vas creciendo y te planteas la posibilidad de tener un hijo, en realidad no te imaginas todo lo que eso involucra. Yo sólo pensaba “no quiero tenerlo muy mayor porque quiero tener la energía para poder jugar a lo que él quiera y poder mantenerlo hasta que se pueda valer por sí mismo”. Mientras pasaban los años, mi deseo de tener un hijo crecía hasta que sucedió y con la llegada de Giu, muchas cosas que, en mi primitiva juventud, decía que NUNCA iba a hacer (nunca digas nunca), las he hecho.
Una de ellas era el “ser padre”, no me imaginaba como era, que era lo que se hacía cuando dejas la clínica donde todo es un paraíso y pones el pie en casa. Toda la responsabilidad de esa vida es enteramente tuya. Es un proceso eterno de aprendizaje.
No sabía cómo cargar un bebé y atenderlo. Siempre me rehusé a cargar bebés pequeños porque me parecen frágiles y yo no soy muy cuidadoso que digamos y pensaba que les podía hacer daño. Con la llegada de Giulia, eso tuvo que cambiar además de cambiar sus pañales, que hasta ahora evado esa responsabilidad, bañarla con mamá, limpiarle el ombligo hasta que se le caiga, hacerla dormir y darle de comer, además de a veces ser babeado o vomitado pero eso no me importa.
Nunca pensé que iba a estar tan embobado con ella. Simplemente no me resisto a su sonrisa y su llanto me duele. Pero lo peor creo para un papá es el rechazo del bebé. Sé que en el fondo nos quieren pero sobre todo cuando son muy pequeños, su vida gira entorno a la mamá y son varias veces las que me ha botado y preferido a la mamá, sobre todo cuando ha estado enferma o a la hora de dormir. Hasta ahora es un logro para mí que Giulia se duerma en mis brazos.

Nunca pensé que hornearía galletas para Giulia, o mejor dicho, ayudaría a Grace.
Nunca pensé que me despertaría cada 3 horas para alimentarla.
Nunca pensé levantarme de madrugada y tocarle el pecho para ver si aún respira. Y aún lo sigo haciendo.
Nunca pensé emocionarme al ver ropa para ella o cosas que pienso que le gustarán.
Y esta es una que siempre en casa me lo recuerdan y me fastidian. Yo ODIO “My Little Pony” y antes que Giulia naciera, dije que si quieren que le regalen pero yo no le compraré un muñeco feo como ese. Giulia tiene año y medio y ya le compré 2 y jugamos a peinarlos. A pesar que la veo feliz cuando jugamos a eso, me siguen pareciendo horribles.
En conclusión, el aprendizaje será para siempre, cada día hay algo que nunca he hecho o algo que aprendo de ella, como a bailar, a reírme de las cosas simples de la vida o a jugar con ponys y por eso, quiero pasar el mayor tiempo que pueda con ella porque sé que en algún momento me dirá “ahí papaaaá” o “ya no me beses”.
Giulia, sé que algún día leerás esto y quiero que sepas que yo nunca imaginé tener una hija, pero ahora no puedo vivir sin ti <3