- Papá de G
Reflexiones de una semana que aún no termina.

Desde que empecé con el blog, muchas personas me han felicitado porque, en un tema ampliamente dominado y casi reservado a mujeres, pueda compartir mi punto de vista, es decir, otro punto de vista al tema de crianza y familia. Creo que en algunos casos, la opinión o consejo de un papá es subestimado respecto a la opinión o consejo de mamá.
Entonces, para mí es muy gratificante recibir estos comentarios de felicitaciones y hasta agradecimiento por hacer lo que hago, por ser un padre dedicado a mi hija y mi familia, por como la cuido y el amor que pongo en cada letra de los artículos que escribo. Una vez en un inbox me pusieron “necesitamos más hombres como tú” (que se hagan cargo y amen a sus hij@s). En ese momento pensé “¿Qué sería de un mundo de hombres como yo?” Creo que no sería lo ideal. Yo también paro cansado, seríamos hombres que les da flojera hacer las cosas, que prefieren estar en la calle paseando que viendo la gallina pintadita, renegones, pero eso sí, divertidos.
Como he visto muchas veces en las redes, hay mensajes del tipo “yo no ayudo a mamá, simplemente hago mi chamba”. Eso es TOTALMENTE cierto. Giulia, en el sentido más literal de la palabra, es MI VIDA, es una vida que salió de la mía, por lo tanto soy enteramente responsable por todo lo que le pase, crezca, se desarrolle, con la finalidad (que me he planteado) que sea feliz, pase lo que pase, sea lo que sea cuando crezca y decida estudiar y trabajar. Para lograrlo, tiene que crecer en un ambiente feliz, con salud, valores, buena educación, etc.
Por eso, cuidarla, cocinarle, hacerle la leche, cambiarle el pañal cuando está mal de la panza, lo puedo hacer renegando pero igual lo voy a hacer. Y al ver su carita feliz, su “gracias papi” borra inmediatamente cualquier rastro de reniego. Ella me hace cada día una mejor persona y estaré infinitamente agradecido por eso. Tanto así que las noticias diarias que involucran niños, me ponen un poco sensible.
Y tampoco es que ya no tenga vida social. Sigo saliendo con amigos, haciendo deporte, salidas a cenar o algún lado con Grace para escapar de la rutina. El tema es organizarse y tener la voluntad de no descuidar a los hij@s. Este 2017 iniciará muy ocupado debido a mi entrenamiento al IRONMAN 70.3 de Lima y mi plan de entrenamiento fue conversado previamente con Grace para no interferir con los horarios ni compromisos, teniendo en cuenta que en febrero es el cumple número 2 de Giu. Y con el tema laboral, en el post Criando y trabajando que escribí para Mamás Blogueras Peruanas mencioné como el no ver a mi hija influyó en mi trabajo.
Hace unos días, la persona que la cuida enfermó así que Grace y yo nos turnamos pidiendo vacaciones en nuestros trabajos para cuidarla. El día que me tocó estar con Giu, estuvo mal de la panza y con fiebre todo el día. Ese fue el día que me sentí más amado por ella. Luego vinieron las 2 abuelas y mi prima doctora a casa para apoyarme pero ella me buscaba y sólo quería estar cargada por mí. Casi no caminó ese día, sólo quería movilizarse en mis brazos. Cambié los peores pañales de mi vida y mi preocupación creció al verla con fiebre. Debo aprender que la fiebre no se mide por el estado de ánimo, sino que se mide con el termómetro. Si fuera como yo creo, Giulia nunca tendría fiebre.
Soy muy feliz de tener a Giulia, Grace ya debe estar cansada de que diariamente le repita que estoy embobado por mi hija, que la contemple en las noches y en las mañanas antes de irme a dormir y a trabajar, que me ponga feliz cuando quiere dormir conmigo, y que grite PAPAAAAAAAAAAÁ cuando quiere que esté a su lado.
Giulia, quiero que sepas que desde que llegaste a mi vida, estoy dispuesto a matar y morir por ti. Te amo!