- Papá de G
El cuarto de Giu

Hace varios meses empezamos a pensar sobre cómo sería el nuevo cuarto de Giulia, ella durmió en su pack and play desde el nacimiento en nuestro cuarto y lo haría hasta los 2 años (por decisión nuestra) pero sabíamos que, si bien su cuarto estaría listo, había la posibilidad de que ese tiempo se extienda según lo que ella decida.
Pensamos seguir el modelo de la habitación Montessori, donde en el cuarto del bebé, todo tiene que estar a su alcance y a su medida, camas bajas, juguetes en estantes bajos y todo a su alcance pues, los bebés son personas pequeñas que viven en un mundo de gigantes (adultos) y nada está pensado para ellos. Se imaginan cómo nos verán ellos a nosotros? Doblando el cuello para vernos a la cara. Por eso, desde que nació y sin saber que era parte de este método, nos agachamos para conversar con ella, verla a los ojos haciendo contacto visual, calmarla, darle instrucciones, explicarle las cosas y hasta castigarla cuando hay que hacerlo. Así nos ponemos a su nivel, a su tamaño.
Otra cosa que decidimos fue hacer el cuarto nosotros mismos, es decir, no contratar diseñadores de cuartos o algún servicio parecido porque queríamos hacerlo con todo el amor a nuestra hija como un regalo para ella. Por eso la decoración es nuestra, los cuadros los hizo Grace y yo hice la pantalla, para que vaya acorde con la decoración.
Empezamos a buscar camas bajas y nos dimos cuenta que todas las del mercado son ¡carísimas! Así que decidí fabricarla yo mismo. Pasó el tiempo, investigué, saqué medidas, calculé costos y cuando estaba a punto de comprar todo, hablando con Grace decidimos comprar una cama y cortarle las patas. Queríamos una cama simple, de una plaza porque una más grande le restaría espacio para jugar. Así que me acerqué a Plaza Hogar (Av. Angamos) y luego de recorrer todo el lugar y ver todo tipo de camas, ninguna me llenaba. La mayoría eran temáticas, súper decoradas, pero nosotros queríamos algo simple, básico. Recordé que había comprado una cama antes en un stand ahí y fui hacia él. Encontré lo que buscaba, muuuuucho más barata de lo que me ofrecían las tiendas especializadas en mobiliario Montessori pero lo mejor fue que el mismo vendedor, a pura sierra, le cortó 10 cm. a cada pata para bajar la cama. ¡Me ahorró el trabajo al mismo precio! Me trajo el colchón, lo metí al carro y regresé feliz a casa porque mi hija ya tenía su cama y en unos minutos más, ya tendría su cuarto!



Cuando llegué a casa, Grace ya había desocupado el cuarto y empezamos a armar la cama y a reordenar todo. Todo calzó como si hubiera sido hecho a medida! Ya era tarde, Giu dormía pero le habíamos dicho que al día siguiente, al despertar ya tendría su cuarto nuevo.
Efectivamente. Al día siguiente apenas se despertó pidió su cuarto nuevo y se lo presentamos, subió rápidamente a la cama (por lo baja que es) y comenzó a jugar, no quería salir. A la hora de la siesta buscó su cama nueva para dormir ahí, igual en la noche. Osea, se olvidó del pack and play y del “cuarto mamá/papá” y ahora su territorio es “cuarto Giulia”. Cuando se despierta en las mañanas ni nos pasa la voz, baja de su cama a buscar sus juguetes. Tampoco va a buscarnos a nuestro cuarto, no sale del suyo, se queda jugando, tranquila. Es feliz ahí, solo va al nuestro a ver un poco de tele (en su cuarto no hay ni habrá tele por lo menos por varios años más), a jugar con nosotros y cuando están limpiando su cuarto.
Después de 2 años, puedo ver tele en mi cuarto hasta tarde, hablar con Grace, osea, ya no susurramos para no despertarla como antes y para ser sincero, Grace la extraña más que yo. Debe ser porque, por el trabajo, durante la semana no la veía cuando se despertaba pero me gratifica saber que adora su cuarto, su cama y que ella misma pide dormir ahí. Faltan algunas cosas más sobretodo para guardar sus juguetes y algunos estantes, que no tenemos todavía, pero poco a poco.
Otra cosa importante fue que optamos por no ponerle baranda para que “aprenda a no caerse”. Para eso ponemos los dos colchones que tenía en el pack and play en el suelo al lado de la cama mientras duerme, así cuando se caiga (ya ha pasado dos veces) no le duela. Cuando ha pasado, por la altura de la cama y los colchones, no se despierta, es más, se acomoda y sigue durmiendo. Durante el día los retiramos para que pueda jugar con más espacio.

Hacer nosotros mismos la habitación de nuestros hijos es un proceso súper gratificante y bello que lo recomiendo totalmente. Y tengan en cuenta que hay alternativas en precios y modelos de camas y muebles para todos. Sólo pongan a trabajar su lado creativo y déjenle un lindo recuerdo a sus chic@s.