- Papá de G
¿Qué nos pasa?

Hace unos días leí un post de un amigo bloguero europeo donde comentaba una situación que sucede muy frecuentemente en nuestro país. Un carro se puso a su lado en la carretera y le comenzó a lanzar insultos y ademanes por “cerrarle” el paso cuando él (el agresor) iba en el carril de alta velocidad muy a lo lejos. A pesar de las explicaciones técnicas de si lo vio lejos o no, pues nunca lo sabremos porque no estuvimos ahí, me hizo reflexionar lo siguiente.
¿Qué nos pasa a nosotros los hombres que siempre queremos demostrar que somos el más fuerte, el más vivo, el más criollo (por no decir pen…), el que puede insultar, cerrar al carro del lado y si es necesario agarrarse a golpes con el primero que se le cruza?
Y me refiero a los hombres pues la gran mayoría de casos que se presentan en las noticias es de nosotros. Muy pocas mujeres lo hacen!
Debo decir que odio que vayan por el carril de emergencia en la Panamericana Sur, que muchas veces, entrenando ciclismo, me han adelantado por la derecha, usando ese carril, camiones, motos, camionetas y demás, a pesar de tener la vía libre y la única explicación que me doy es que se quieren hacer los vivos. Odio que usen las bajadas de Javier Prado para para adelantar por la derecha y acepto que cuando puedo, cierro a esos carros. Odio a los que, cuando se pasan una esquina, retroceden en la misma avenida, hasta en la carretera lo hacen, para “no dar el vueltón” y así N situaciones más.
No soy psicólogo para saber el origen de estas conductas, pero supongo que será para sentirnos los super machos, los intocables, el más bravo que puede hacer lo que le da la gana. Pero lo peor es que muchos lo hacen frente a sus hijos.
El investigador canadiense Michael Kaufman (1997), dice al respecto que: “Mucho de lo que nosotros asociamos con la masculinidad gira sobre la capacidad del hombre para ejercer poder y control”. Al punto de que PODER es el término clave a la hora de referirse a la masculinidad hegemónica “y se equipara el hecho de ser hombre con tener algún tipo de poder”. Este poder se ejerce sobre las mujeres, sobre los niños y las niñas, sobre otros hombres, sobre la naturaleza.
¿Qué le puedes decir a tu hijo si ve estas actitudes? Que para ir más rápido se tiene que ser el vivo y pasar por el costado? O subirse a la vereda? Simplemente estamos continuando con el problema, no le estamos dando solución y lo que es peor, en el futuro sentirá que es normal. Lo que debemos inculcar, aparte del respeto a las leyes y a que se tiene que seguir algunas reglas mínimas para poder vivir como comunidad, es el respeto a las personas.
Personalmente, cada vez que salgo con Giulia, me cuido mucho en lo que hablo, las palabras que uso, las acciones que tomo y como manejo. Felizmente soy una persona muy tranquila y tengo mucha paciencia en el tráfico y en la vida cotidiana y espero inculcar a Giu con el ejemplo para que ella pueda transmitirlo cuando le toque hacerlo.